Hoy es el día internacional del libro (también Sant Jordi, San Jorge, el día de Aragón y de Castilla y León) y para celebrarlo se nos ha ocurrido recoger algunas referencias sobre maquillaje en las grandes obras de la literatura universal. Y es que en novelas y poemas mundialmente reconocidos hay interesantes descripciones de la estética -sobre todo- femenina en distintas épocas y personajes que ofrecen una visión fascinante de cómo la belleza personal, el maquillaje o la peluquería sirven para reflejar la esencia y personalidad de las protagonistas.
Tal y como ocurre con el maquillaje de cine o ficción, y como vemos en nuestro curso de caracterización, lo largo de los siglos los escritores han usado la belleza como una herramienta para definir caracteres, clases sociales e incluso el mundo interior de los personajes.
Si quieres descubrir estas curiosidades para celebrar el día del libro 2025 con nosotrxs, sigue leyendo pero, si buscas recomendaciones de libros de maquillaje o libros de peluquería para completar tu biblioteca, no te pierdas los artículos que publicamos en anteriores ocasiones .
El maquillaje en la literatura
Novela, teatro, poesía… cada libro ofrece una historia repleta de imágenes visuales, descritas con mayor o menor detalle, que nos permiten recorrer escenas, conocer a personajes y vivir las más apasionantes emociones. De la mano de sus autores/as, descubrimos que el maquillaje en los libros ha estado (y está) muy presente a lo largo de los siglos en las descripciones, tanto de forma literal como metafórica. Aquí te dejamos algunos ejemplos ideales para el día del libro 2025.
Mujercitas de Louisa May Alcott (1868)
En esta novela que narra el paso de adolescentes a mujeres de Meg, Jo, Beth y Amy, el maquillaje cuenta con varias referencias como esta:
“La noche del jueves Belle se encerró con su doncella y las dos lograron hacer de Meg una gentil dama. Le rizaron el pelo, le frotaron el cuello y los brazos con cierto polvo perfumado, tocaron sus labios con pomada coralina y le hubieran dado color a las mejillas si Meg no se hubiese opuesto”.
Desayuno en Tiffany’s de Truman Capote (1958)
La maravillosa novela de Truman Capote, que después fue llevada al cine y protagonizada por Audrey Hepburn se caracteriza por el glamur y la sofisticación de su icónica Holly Golightly. Como no, el maquillaje tiene un peso importantísimo en numerosos momentos de la historia como este:
“¿Te importaría -me dijo- abrir ese cajón y darme mi bolso? Para leer esta clase de cartas hay que llevar los labios pintados. Guiándose con el espejito de la polvera, se empolvó y se pintó hasta borrar todo vestigio de su rostro de niña d edoce años. Usó un lápiz para los labios, y otro para colorearse las mejillas. Se marcó los bordes delos ojos, sombreó de azul sus párpados, se roció el cuello con 4711…”.
La señora Dalloway de Virginia Woolf (1925)
La señora Dalloway, escrita por Virginia Woolf, cuenta un solo día en la vida de Clarissa Dalloway (una mujer de clase alta en el Londres de los años 20) mientras prepara una fiesta en su casa. A través de sus pensamientos y recuerdos el libro explora temas como el paso del tiempo, la identidad y la apariencia social. En la novela se reflejan reflexiones como esta:
“Nunca las modas habían favorecido tanto a las mujeres como la moda actual: las largas capas negras la esbeltez, la elegancia y el delicioso y al parecer universal hábito del maquillaje. Todas las mujeres, incluso las más respetables, tenían rosas florecidas bajo cristal, labios como cortados a cuchillo, rizos de tinta china; había línea, arte, en todas partes…”.
Los hombres que no amaban a las mujeres de Stieg Larsson (2005)
La estética rebelde y punk de Lisbeth Salander queda muy clara en la trilogía Millenium de novela negra creada por Stieg Larsson. Una apariencia reflejo de su personalidad fuerte e independiente, en contraste con los cánones tradicionales de belleza como se destaca en este párrafo:
“Con el maquillaje —a veces solía llevar, para más inri, un repulsivo carmín negro—, los tatuajes, los piercings en la nariz y en las cejas resultaba… humm…atractiva, de una manera absolutamente incomprensible.”
Bonus: la belleza en la poesía
En la poesía la belleza es un tema de lo más recurrente pero, evitando los tópicos, queremos dejar por aquí dos poemas que tratan el maquillaje y la peluquería de una forma original. El primero pertenece es el soneto XIV de Cien sonetos de amor de Pablo Neruda cuyo primer fragmento dice así:
“Me falta tiempo para celebrar tus cabellos.
Uno por uno debo contarlos y alabarlos:
otros amantes quieren vivir con ciertos ojos,
yo sólo quiero ser tu peluquero.”
Por otro lado, uno de nuestros favoritos por su toque sarcástico y giro sorprendente es este poema del español Ángel González. ¿Lo conocías?
Eso era amor
Le comenté:
-Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rímel?
-Grandes,
respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.
Como ves, hay muchas formas de celebrar el día del libro 2025 y esta ha sido la nuestra. Esperamos que la hayas disfrutado.