¿Elegir la base adecuada, coger brocha y ponerse a maquillar? ¡No! El trabajo de un maquillador profesional empieza mucho antes y va mucho más allá de aplicar productos sobre el rostro. Este proceso implica una serie de pasos fundamentales para garantizar un resultado duradero, estético y saludable para la piel. En el artículo de hoy nos centramos en esa fase previa (no, no hablamos de elegir un lugar con luz, abrir el maletín y preparar todo el set) que es la de cómo preparar la piel antes del maquillaje para un acabado impecable. Este punto muchas veces pasa desapercibido pero es clave para que el trabajo luzca a la perfección.
Por qué hay que preparar la piel antes de maquillar
La respuesta simple es que así facilitamos que el maquillaje se difumine mejor, se adhiera y dure mucho más pero ¿por qué? Porque necesitamos una piel saludable y en las mejores condiciones para que reciba bien los productos. Es fundamental tener en cuenta que, en muchas ocasiones, puede que la piel no esté en condiciones óptimas y que esté desequilibrada. Este desequilibrio se debe principalmente a una alteración en el pH natural de la piel por una higiene facial inadecuada, el uso de productos demasiado agresivos o poco adaptados al tipo de piel, la contaminación ambiental, el estrés, una alimentación desequilibrada o incluso cambios hormonales.
Cuando el pH de la piel está fuera de su rango ideal la barrera cutánea se debilita y puede causar sequedad, sensibilidad, exceso de grasa, brotes de acné o una textura irregular. Por esta razón, antes de empezar a maquillar hay que abordar su cuidado en tres fases: limpiar, tonificar e hidratar. Además, sigue leyendo hasta el final porque encontrarás tips extra para un acabado impecable. Vayamos una por una y aprende más sobre las rutinas de skincare básicas antes del maquillaje.
La limpieza es clave
El primer -e importantísimo- paso para preparar la piel antes del maquillaje para un acabado impecable es la limpieza. Nunca puedes empezar a trabajar sin asegurarte de que el rostro esté completamente limpio. No se trata solo de retirar posibles restos de maquillaje anteriores sino también de eliminar impurezas que se acumulan de forma invisible a lo largo del día como el sudor, la contaminación, etc. En este punto asegúrate de que cuentas en tu maletín de maquillaje profesional con no solo toallitas desmaquillantes sino con algún limpiador poco agresivo (para evitar reacciones) pero que se adapte a las necesidades específicas de varios tipos de piel. Aunque no dispongas de mucho tiempo, no debes saltarte este paso.
Tónico para equilibrar
Tras limpiar el rostro, la siguiente fase nos lleva a aplicar un tónico suave con el objetivo de cerrar el poro para que no entre suciedad, refrescar y equilibrar el pH de la piel. Además, este producto provoca que la piel esté más receptiva a los que vengan a continuación como la hidratante, correctores y maquillaje.
En cuanto a qué tónico utilizar nuestra recomendación básica es que no tenga alcohol para evitar irritar la piel y que, si es posible, cuente con formulaciones nutritivas y calmantes adaptadas al rostro que tenemos delante. Para aplicar el tónico puedes pasar suavemente y sin frotar un disco de algodón o bien hacerlo directamente con las manos limpias. Por último, resulta fundamental que el tónico se absorba por completo en la piel y hay que esperar unos segundos antes de aplicar el siguiente producto para que actúe correctamente.
Hidrata y protege antes de maquillar
Sea cual sea el tipo de piel, tienes que hidratarla muy bien para que el maquillaje se integre de forma uniforme, no se cuartee y se vea natural. Incluso las pieles grasas necesitan hidratación aunque es preferible decantarse por fórmulas ligeras. Una idea es que lleves varias cremas hidratantes o bien una que se adapte a todos los tipos de piel. Antes de la crema, por cierto, puedes detenerte en tratar la zona de los ojos con un contorno que ayude a hidratar esta parte sensible y descongestionarla.
Una vez aplicada la hidratante con un suave masaje y bien absorbida, si esta no tiene factor de protección solar, tendrás que aplicar una crema solar facial sobre todo si el maquillaje se va a lucir bajo el sol y muy especialmente en verano.
El primer, aliado perfecto
Finalmente, terminamos con el paso definitivo: el primer o prebase es un producto indispensable para preparar la piel antes del maquillaje para un acabado impecable. La prebase ayuda a alisar la textura de la piel, a reducir la apariencia de poros, a controlar brillos o a aportar luminosidad, según el tipo de primer que elijas. No obstante, su poder principal es facilitar la aplicación de los productos y prolongar la duración del maquillaje.