El trabajo de maquillador profesional es apasionante. Cada trabajo es diferente del anterior y nos permite desarrollar nuestra creatividad sin límites poniendo imaginación en cada paso. Además, nos rodeamos de personas -nuestrxs clientxs- y de otrxs profesionales que nos aportan infinidad de conocimientos en diferentes disciplinas artísticas que nos ayudan a crecer continuamente. Ahora bien, una vez que nos hemos formado en nuestro Curso de Maquillaje Profesional y que sabemos que queremos seguir adelante con esta profesión, ¿qué salidas tenemos? Una de las más habituales es convertirnos en maquillador o maquilladora freelance y comenzar a buscar nuestros propios clientes en diferentes ámbitos: marcas de moda, cosmética o lifestyle, bodas y eventos, pasarelas, revistas, celebrities… Te contamos algunas claves para comenzar.
Ventajas e inconvenientes de ser maquilladora freelance
Cuando ya tienes claro que quieres trabajar en maquillaje tienes muchas posibilidades como por ejemplo trabajar en una empresa o agencia de maquilladores, dar clases o ser contratadx como especialista en una tienda de productos cosméticos. Todas ellas te ayudarán a coger experiencia, a manejarte con lxs clientes y a conocer y experimentar con infinidad de productos. Sin embargo, una de las alternativas más habituales para los maquilladorxs profesionales es dar el salto al autoempleo, o lo que es lo mismo, hacerse autónomos y trabajar como maquilladora freelance, ya sea dentro de una agencia o de manera independiente. Pues bien, debes saber que esta opción, como todas, tiene ventajas e inconvenientes.
Las ventajas principales de ser maquilladora freelance es que eres tu propia jefa y tienes la libertad de manejar tu tiempo, tu agenda y tu trabajo a tu gusto y en base a tus necesidades. Una vez empiezas a conseguir clientes y a tener un nombre en el sector, podrás elegir qué proyectos hacer y cuáles no. Así te desarrollarás en los campos que te interesen y conseguirás que tu trabajo te apasione cada día más. También te da la posibilidad de tener tu propio estudio, trabajar a domicilio o desde donde tú quieras.
Uno de los inconvenientes de trabajar como maquilladora freelance es, además de tener que asumir el gasto fijo de la cuota de autónomos independientemente de la facturación, la inestabilidad de no tener unos ingresos fijos. Ser tu propia jefa tiene contras como tener que invertir en material, trabajar más horas de las que deberías o tener que realizar una labor comercial y de administración para la que no estás acostumbrada. Aún así, cuando se consigue un flujo continuo de proyectos y se coge el gusto a trabajar por cuenta propia, esta profesión es altamente satisfactoria.
Claves para ser maquilladora freelance
Si ya te has decidido a ser maquilladora freelance, te contamos cuáles son los principales pasos a seguir para vivir de tu pasión. Formación, un buen portfolio y algunas estrategias de marketing y conocimientos de tu nueva situación laboral son algunas de los tips que más pueden ayudarte.
Actualiza tus conocimientos
Necesitas una buena formación tanto en conceptos generales como específicos. Si te interesa más un campo que otro puedes especializarte realizando cursos y talleres concretos como especializados en novias, talleres de pieles, de maquillaje con aerógrafo o de caracterización, entre muchos otros. Resulta esencial también que estés al día tanto de las últimas tendencias como de las técnicas y herramientas que van surgiendo En nuestra escuela de maquillaje Køhl School encontrarás muchas opciones para ampliar tus conocimientos.
Crea un buen portfolio
Con toda tu formación y experiencia es esencial que trabajes muy bien tu CV y que te crees el mejor portafolio de maquillador posible. Añade ejemplos y referencias de alta calidad y que transmitan muy bien cómo eres como profesional y qué puedes ofrecer a tus futuros clientes. Destaca tus puntos fuertes y aquellas aptitudes que te diferencien de la competencia.
Dedica tiempo a las redes sociales
Como maquilladora freelance debes darte a conocer tanto en redes sociales como Instagram y Tik Tok, que son una valiosa plataforma de marketing, como en redes profesionales como LinkedIn. Ábrete perfiles en portales de empleo utilizando las palabras clave más adecuadas para que las empresas que busquen nuevos talentos puedan encontrarte fácilmente. También puedes lanzarte a tener tu propia web y posicionarla bien en los buscadores.
Teje una buena red de contactos
En muchos casos, será en el boca oreja donde encuentres los mejores proyectos por lo que abrirte a colaborar con fotógrafos, estilistas y firmas o participar en intercambios con otros profesionales puede ser una excelente oportunidad de darte a conocer.
Establece tus tarifas
Muchas veces, cuando se está comenzando es difícil saber cuánto pedir por un trabajo determinado por lo que tienes que valorar muchos aspectos como el tiempo dedicado, los productos, el desplazamiento, etc. Te dejamos este artículo sobre tarifas de maquilladores para que te inspires.
Planifica y controla tus gastos e ingresos
Aunque suele dar pereza y es necesario contar con una gestoría que se encargue de la facturación y de los impuestos, es fundamental que lleves tu contabilidad diaria con detenimiento y así sepas cómo te están yendo las cosas. Piensa en los gastos fijos y en los variables (como la inversión en material o la formación) y saca conclusiones sobre los beneficios que te están aportando tus trabajos.
No tengas miedo
El trabajo por cuenta propia como maquilladora freelance tiene sus riesgos pero existe un gran mercado que abordar que está esperando tus servicios. Con un poco de tiempo, de dedicación y de paciencia seguro que consigues hacerte un hueco.
Hasta aquí nuestros humildes consejos para ser maquilladora freelance profesional. Si tienes alguna duda o crees que podemos ayudarte a dar el paso, aquí estamos para que lo necesites.