Maquillaje, cremas, sérums, desmaquilladores… cada día utilizamos numerosos productos para nuestras rutinas y muchas veces ni siquiera sabemos qué contienen y cómo actúan en nuestra piel. Además, sabemos que llevan componentes como retinol, colágeno, ácido hialurónico, etc. pero… ¿para qué sirven?¿funcionan realmente? Hoy nos hemos propuesto aclarar conceptos básicos y desgranar cuáles son los principios activos cosméticos más utilizados.
Si este artículo te sabe a poco, en nuestro Taller experto en pieles profundizamos sobre todos estos puntos con base teórica y práctica. A partir de ahora leer las etiquetas de los productos será una tarea mucho más sencilla.
¿Qué son los principios activos cosméticos?
Comenzaremos por aclarar con palabras sencillas qué son los principios activos cosméticos. Los principios activos son los ingredientes principales de un producto y son los responsable de conseguir el efecto buscado. Además de en cosmética este concepto se aplica, sobre todo, a medicamentos y otras sustancias farmacéuticas y también a naturales. Los principios activos puede ser uno solo o una mezcla de varios ingredientes con los que cumplir un objetivo.
Por lo tanto, si hablamos de maquillaje, cremas o tratamientos es posible combinar varios principios activos para hidratar, reafirmar, despigmentar o iluminar, entre otras aplicaciones. Además, los principios activos cosméticos son muy variados y pueden cumplir diferentes funciones en base a la formulación, las cantidades y el tipo.
Los principales activos en cosmetología
Hidratantes, antioxidantes, exfoliantes, despigmentantes, acondicionadores… cada principio activo puede tener una acción o varias y los más conocidos son el ácido hialurónico, el colágeno, la vitamina C o el retinol. Veamos cómo son y qué efectos tienen.
Retinol
El retinol es un activo antiedad y está en boca de todxs en la actualidad por su gran eficacia. El retinol está dentro de los retinoides, un grupo de sustancias derivadas de la vitamina A, y combate el envejecimiento penetrando en la piel y estimulando el colágeno y la elastina. Además, también actúa en la superficie favoreciendo la luminosidad cutánea. Uno de los principales inconvenientes del retinol como principio activo es que puede causar irritación y fotosensibilidad.
Muy utilizado en cremas y sérums antiaging, es importante conocer el grado de concentración de retinol y en qué forma se presenta ya que de estos valores dependerá su eficacia.
Ácido hialurónico
Aunque se ha relacionado con su acción en pequeñas arrugas y otros efectos de la edad, lo cierto es que el gran poder del ácido hialurónico es su alta capacidad de hidratación. Es un polisacárido y uno de los principios activos cosméticos que tiene más capacidad de retener el agua de las fibras cutáneas, lo que contribuye a mantener la piel hidratada y con un aspecto luminoso. Por tanto, también actúa para una piel más tersa y firme. El ácido hialurónico está presente en multitud de productos tanto de tratamiento como en bases de maquillaje.
Colágeno
El colágeno es una proteína que está presente de forma natural en el cuerpo, en los tejidos, en los huesos y ligamentos. El problema es que con la edad se ralentiza su producción por lo que puede ser útil utilizar este principio activo en los productos. Normalmente, este ingrediente se utiliza en su versión hidrolizada (fragmentada) para llegar a las capas más profundas de la piel y está presente en mascarillas o cremas que aportan elasticidad y nutrición.
Vitamina C
La vitamina C, como los demás principios activos cosméticos, también están presentes en el cuerpo y sus dosis extra actúan como antioxidantes y es un aliado perfecto para la regeneración celular. Sus efectos más inmediatos son la luminosidad y la prevención del fotoenvejecimiento. Además, la vitamina C es un activo muy importante para potenciar la producción de colágeno por lo que no puede faltar en la rutina una vez pasada una cierta edad.
Como ves, hemos nombrado solo cuatro principios activos cosméticos de los muchísimos que hay en un sector que continuamente está avanzando en busca de la fórmula mágica. No obstante, no hay un producto milagroso y a cada persona le funcionará mejor unas combinaciones de activos o unos productos u otros. Aún así, lo importante para una piel sana es mantener unos hábitos y rutinas saludables que favorezcan la hidratación tanto por dentro como por fuera.